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Read Ebook: Los Raros Obras Completas Vol. VI by Dar O Rub N Ochoa Enrique Illustrator

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Ebook has 840 lines and 70586 words, and 17 pages

Illustrator: Enrique Ochoa

LOS RAROS

LOS RAROS

POR

RUB?N DAR?O

ILUSTRACIONES

ENRIQUE OCHOA

Volumen VI de las obras completas. Administraci?n: Editorial MUNDO LATINO MADRID

PROLOGO

RUB?N DAR?O.

EL ARTE EN SILENCIO

<>

En efecto, ?qui?nes habr?an podido prever, en el autor de tantas p?ginas de ensue?os,--<> o <>--este rumbo hacia un ideal de moral absoluta, en las regiones verdaderamente intelectuales donde no hay ninguna necesidad de hacer ruido para ser escuchado? El ha agrupado en este sano volumen a varios artistas aislados, cuya existencia y cuya obra pueden servir de estimulantes ejemplos en la lucha de las ideas y de las aspiraciones mentales. Mallarm?, Edgar Poe, Flaubert, Rodenbach, Puvis de Chavannes y Rops, entre los muertos, y se?aladas y activas energ?as j?venes. Antes, conocidos son sus ensayos magistrales, de tan sagaz ideolog?a, sobre Jules Laforgue y Auguste Rodin.

Cada d?a se afirma con mayor brillo la gloria ya sin sombras de Edgar Poe, desde su prestigiosa introducci?n por Baudelaire, coronada luego por el esp?ritu transcendentalmente comprensivo y seductor de Stephane Mallarm?. Mas entre lo mucho que se ha escrito respecto al desgraciado poeta norteamericano, muy poco llegar? a la profundidad y belleza que se contienen en el ensayo de Mauclair. Es un bienhechor cap?tulo sobre la psicolog?a de la desventura, que producir? en ciertas almas el bien de una medicina, la sensaci?n de una onda cordial y vigorizante. Luego el esp?ritu penetrante y buscador, hace ver con luz nueva la ideolog?a poeana, y muchos puntos que antes pudieran aparecer velados u obscuros, se ven en una dulce semiluz de afecci?n que despide la elevada y pura est?tica del comentarista.

Una de las principales bondades es la de borrar la negra aureola de hermosura un tanto macabra, que las disculpas de la bohemia han querido hacer aparecer alrededor de la frente del gran yanqui. En este caso, como en otros, como en el de Musset, como en el de Verlaine, por ejemplo, el vicio es malignamente ocasional, es el complemento de la fatal desventura. El genio original, libre del alcohol, u otro variativo semejante, se desenvolver?a siempre, siendo, en esa virtud, sus floraciones, libres de obscuridades y tr?gicas miserias. En resumen, Poe queda para el ensayista, <>

De Flaubert--ese vasto espect?culo--presenta una nueva perspectiva. La suma de razonamientos nos conduce a este resultado: <> Y las demostraciones son llevadas por medio de la amable e irresistible l?gica de Mauclair, que nos presenta la figura soberbia del <>, por ese aspecto que permanece ya definitivo. Es tambi?n de un fin reconfortante, por el ejemplo de voluntad y de sufrimientos, en la pasi?n invencible de las letras, la enfermedad de la forma, soportada por otros dones de fortaleza y de m?todo.

Sobre Mallarm? la lecci?n es todav?a de una virtud que concreta una moral superior. ?Acaso no va ya destac?ndose en toda su altura y hermosura ese poeta a quien la vida no consent?a el triunfo, y hoy ba?a la gloria, <>, con su dorada luz?

La simb?lica representaci?n est? en la gr?fica idea de Felician Rops: el harpa ascendente, a la cual tienden, en el ?ter, innumerables manos de lo invisible. La honorabilidad art?stica, el car?cter en lo ideal, la santidad, si posible es decir, del sacerdocio, o misi?n de belleza, facultad inaudita que hall? su singular representaci?n en el maravilloso maestro, que a trav?s del silencio, fu? hacia la inmortalidad. Una frase de Mme. Perier en su <>, sirve de ep?grafe al ensayo afectuoso, admirable y admirativo, justo, consagrado al doctor de misterio: <>

La est?tica mallarmeana por esta vez ha encontrado un expositor que se aleje de las f?ciles tentativas de un Wisewa, de las ex?gesis divertidas de varios teorizantes, como de las blindadas oposiciones de la ret?rica escolar, o lo que es peor, junto a la burda risa de una enemistad que no razona, la embrolladora disertaci?n de m?s de un pseudo-disc?pulo.

Las p?ginas dedicadas a Rodenbach, con quien la juventud le une m?s cercanamente, en una afecci?n art?stica fraternal, mitigan su tristeza en la afirmaci?n de un generoso y sereno car?cter, de una vida como autumnal, iluminados crepuscularmente de poes?a y de gracia interior. <> por su misticismo minucioso y extra?o, evocaba todo lo que est? difunto, recogido, purificado por la inm?vil palidez de los reposos seculares. Llevaba por todas partes su claustro interior, y si ha deseado ser enterrado en esa Bruges que am? tanto, puede decirse que su alma estaba dormida ya en la pac?fica belleza de una muerte harmoniosa.>> Decid si no es este camafeo de un encanto sutil y revelador, y si no se ve a su trav?s el alma melanc?lica del malogrado animador de <> Estos p?rrafos de Mauclair son comparables, como retrato, en la transposici?n de la pintura a la prosa, al admirable pastel en que perpet?a la triste faz del desaparecido, el talento comprensivo de Levy Dhurmer.

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