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Words: 23918 in 9 pages
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: Segunda parte de la crónica del Perú que trata del señorio de los Incas Yupanquis y de sus grandes hechos y gobernacion by Cieza De Le N Pedro De - Peru History Conquest 1522-1548; Peru Description and travel Early works to 1800; Indians of South Americ
Esta conquista de Quito que hizo Tupac Yupanqui, bien pudiera yo ser m?s largo; pero tengo tanto que escribir en otras cosas, que no puedo ocuparme en tanto, ni quiero contar sino sumariamente lo que hizo, pues, para entenderlo, bastar? lo divulgado por la tierra. La salida que el rey queria hacer de la ciudad del Cuzco, sin saber ? qu? parte ni d?nde habia de ser la guerra;--porque esto no se decia sino ? los consejeros,--junt?ronse m?s de doscientos mill hombres, con tan gran bagaje y repuesto, que henchian los campos; y por las postas fu? mandado ? los gobernadores de las provincias que de todas las comarcas se trujesen los bastimentos y municiones y armas al camino real de Chinchasuyo, el cual se iba haciendo no desviado del que su padre mand? hacer, ni tan llegado que pudiesen hacerlo todo uno. Este camino fu? grande y soberbio, hecho por la ?rden y industria que se ha escripto, y por todas partes habia proveimiento para toda la multitud de gente que iba en sus reales, sin que nada faltase, y con la haber, ninguno de los suyos era osado de coger tan solamente una mazorca de ma?z del campo, y si la cogia, no le costaba m?nos que la vida. Los naturales llevaban las cargas y hacian los otros servicios personales, mas, creed que cierto se tiene, que no las llevaban m?s de hasta el lugar limitado; y como lo hacian con voluntad y les guardaban tanta verdad y justicia, no sentian el trabajo.
Dejando en el Cuzco gente de guarnicion con los mitimaes y gobernador escogido entre los m?s fieles amigos suyos, sali? d?l llevando por su capitan general y consejero mayor ? Capac Yupanqui, su tio, no el que di? la guerra ? los de Xauxa, porque ?ste dicen que se ahorc? por cierto enojo; y como sali? del Cuzco, anduvo hasta llegar ? Vilcas, adonde estuvo algunos dias holg?ndose de ver el templo y aposentos que all? se habian hecho, y mand? que siempre estuviesen plateros labrando vasos y otras piezas y joyas para el templo y para su casa real de Vilcas.
Fu? ? Xauxa, ? donde los Guancas le hicieron solene recebimiento, y envi? por todas partes mensajeros haci?ndoles saber c?mo ?l queria ganar el amistad de todos ellos, sin les hacer enojo ni darles guerra, por tanto, que pues oian que los Incas del Cuzco no hacian tiran?as ni demas?as ? los que tenian por confederados y vasallos, y que, en pago del trabajo y homenaje que les daban, recebian dellos mucho bien, que le enviasen sus mensajeros para asentar la paz con ?l. En Bonbon s?pose la grand potencia con que el Inca venia, y como tuviesen entendido grandes cosas de su clemencia, le fueron ? hacer reverencia; y los de Yauyo hicieron lo mismo, y los de Apurima y otros muchos, ? los cuales recibi? muy bien, d?ndoles ? unos mujeres, y ? otros coca, y ? otros mantas y camisetas, y poni?ndose del traje que tenia la provincia donde ?l estaba, que fu? por donde ellos recibian m?s contento.
Entre las provincias que hay entre Xauxa y Caxamalca, cuentan que tuvo algunas guerras y pendencias y mand? hacer grandes albarradas y fuertes para defenderse de los naturales, y que con su buena ma?a, sin mucho derramamiento de sangre, los sojuzg?, y lo mesmo lo de Caxamalca; y por todas partes dejaba gobernadores y delegados y postas puestas, para tener aviso y no salir de ninguna provincia grande sin primero mandar hacer aposentos y templo del sol y poner mitimaes. Cuentan, sin esto, que entr? por lo de Gu?nuco y que mand? hacer el palacio tan primo que hoy vemos hecho; que yendo ? los Chachapoyas, le dieron tanta guerra, que aina de todo punto los desbarataran; mas, tales palabras les pudo decir, que ellos mesmos se le ofrecieron. En Caxamalca dej? de la gente del Cuzco mucha, para que impusiesen ? los naturales en c?mo se habian de vestir y el tributo que le habian de dar, y sobre todo, c?mo habian de adorar y reverenciar por dios al sol.
Por todas las m?s de las partes le llamaban padre, y tenia gran cuidado en mandar que ninguno hiciere da?o en las tierras por donde pasaba, ni fuerzas ? ningund hombre ni mujer; al que lo hacia, luego por su mandado lo daban pena de muerte. Procuraba con los que sojuzgaba, que hiciesen sus pueblos juntos y ordenados y que no se diesen guerra unos ? otros, ni se comiesen, ni cometiesen otros pecados reprobados en ley natural.
Por los Bracamoros entr? y volvi? huyendo, porque es mala tierra aquella de monta?a; en los Paltas y en Guancabamba, Caxas y Ayavaca y sus comarcas, tuvo gran trabajo en sojuzgar aquellas naciones, porque son belicosas y rebustas, y tuvo guerra con ellos m?s de cinco lunas; mas, al fin, ellos pidieron la paz, y se les di? con las condiciones que ? los dem?s; y la paz se asentaba hoy y ma?ana estaba la provincia llena de mitimaes y con gobernadores, sin quitar el se?or?o ? los naturales; y se hacian dep?sitos y ponian en ellos mantenimientos y lo que m?s se mandaba poner; y se hacia el real camino con las postas que habia de haber en todo ?l.
Puesta en ?rden la tierra de los Ca?ares, fu?se para Tiquizambi, Cayambi, los Puruaes y otras muchas partes, ? donde cuentan del tantas cosas que hizo, ques de no creer, y el saber que tuvo para hacerse monarca de tan grandes reinos. En La Tacunga tuvo recia guerra con los naturales, y asent? paz con ellos despues que se vieron quebrantados, y mand? hacer tantos y tan insines edificios por estas partes, que excedian en perfeccion ? los m?s del Cuzco. Y en La Tacunga quiso estar algunos dias, para que sus gente descansasen; y vin?ales casi cada dia mensajero del Cuzco del estado en que estaba lo de all?, y de otras partes siempre venian correos con avisos y cosas grandes que se ordenaban en el regimiento de las tierras por sus gobernadores. Y vino nueva de cierto alboroto que habia en el Cuzco entre los mesmos orejones, y caus? alguna alteracion, recel?ndose de novedades; mas, seguido, vino otra nueva c?mo estaba llano y asentado y se habian hecho por el gobernador de la ciudad castigos grandes en los que habian causado el alboroto.
De La Tacunga anduvo hasta llegar ? lo que decimos Quito, donde est? fundada la ciudad de Sant Francisco del Quito, y pareci?ndole bien aquella tierra, y que era tan buena como el Cuzco, hizo all? fundacion de la poblacion que hobo, ? quien llam? Quito, y pobl?la de mitimaes, y hizo hacer grandes cavas y edificios y dep?sitos, diciendo: "El Cuzco ha de ser por una parte cabeza y amparo de mi gran reino; por otra ha de ser el Quito."--Di? poder grande al gobernador de Quito; por toda la comarca del Quito puso gobernadores suyos y delegados; mand? que en Caranqui hobiese guarnicion de gente ordinaria para paz y guerra, y de otras tierras puso gente en ?stas, y destas mand? sacar para llevar en las otras. En todas partes adoraban el sol y tomaban las costumbres de los Incas, tanto, que parecia que habian nacido todos en el Cuzco; y quer?anle y am?banle tanto, que le llamaban Padre de todos, buen Se?or, justo y justiciero.--En la provincia de los Ca?ares, afirman que naci? Guayna Capac, su hijo, y que se hicieron grandes fiestas. Todos los naturales de las provincias que habia se?oreado el gran Tupac Inca con su buena industria que les di?, ordenaron sus pueblos en partes dispuestas, y hacian en los caminos reales aposentos; entendian en aprender la lengua general del Cuzco, y en saber las leyes que habian de guardar. Los edificios, hac?anlos maestros que venian del Cuzco y emponian ? los otros en ello; y as? se hacian las dem?s cosas que por el rey eran mandadas.
Como Tupac Inca Yupanqui hobiese se?oreado la tierra hasta el Quito, segund se ha dicho, estando ?l en la mesma poblacion del Quito entendiendo que se cumpliesen y ordenasen las cosas por ?l mandadas, de donde mand?, ? los que entre los suyos tenia por m?s cuerdos, que en hamacas fuesen llevados por los naturales, y unos por una parte y otros por otra, mirasen y entendiesen en la ?rden questaban las nuevas provincias que se hacian, y que tomasen cuenta ? los gobernadores y cogedores de tributos y que mirasen c?mo se habian con los naturales. A las provincias que llamamos de Puerto Viejo, envi? sus orejones ? algunas dellas para que les hablasen y quisiesen tener su confederacion, como los dem?s hacian, y que los impusiesen en c?mo habian de sembrar, y servir, y vestir, y reverenciar al sol, y hacelles entender su buena ?rden de vivir y pulicia. Cuentan questos fueron muertos en pago del bien que iban ? hacer, y que Tupac Inca invi? ciertos capitanes con gente ? castigarlos; mas, como lo supiesen, se juntaron tantos de los b?rbaros, que mataron y vencieron ? los que fueron, de que mostr? sentimiento el Inca; mas, por tener negocios grandes entre las manos, y convenir en persona volver al Cuzco, no fu? ?l propio ? dalles castigo por lo que habian hecho.
En Quito tuvo nueva cu?n bien se hacia lo que por ?l habia sido mandado y cu?nto cuidado tenian los delegados suyos de imponer aquellas gentes en su servicio, y cu?n bien los trataban, y ellos c?mo estaban alegres y hacian lo que les era mandado; y de muchos se?ores de la tierra le venian cada dia embajadores y le traian grandes presentes, y su c?rte estaba llena de principales, y sus palacios de vasijas y vasos de oro y plata y otras grandes riquezas.--Por la ma?ana comia, y desde medio dia hasta ser algo tarde, oia en p?blico, acompa?ado de su guarda, ? quien le queria hablar. Luego gastaba el tiempo en beber hasta ser noche, que tornaba ? cenar con lumbre de le?a, porque ellos no usaron sebo ni cera, aunque tenian harto de lo uno y de lo otro.
En Quito dej? por su capitan general y mayordomo mayor ? un orejon anciano, quien todos cuentan que era muy entendido y esforzado y de gentil presencia, ? quien llamaban Chalco Mayta, y le di? licencia para que pudiese andar en andas y servirse con oro, y otras libertades que ?l tuvo en mucho. Mand?le, sobre todas cosas, que cada luna le hiciese mensajero que le llevase aviso particularmente de todas las cosas que pasasen, y del estado de la tierra, y de la fertilidad della, y del crecimiento de los ganados, con m?s lo que ordinariamente todos avisaban, que era, los pobres que habia, los que eran muertos en un a?o y los que nacian, y lo que se ha escripto en lo de atr?s que sin esto sabian los reyes en el mesmo Cuzco; y con haber tan grande camino desde Quito al Cuzco, que es m?s que ir de Sevilla ? Roma, con mucho, era tan usado el camino como lo es de Sevilla ? Triana, que no lo puedo m?s encarecer.
Dias habia que el grand Tupac Inca tenia aviso de la fertilidad de Los Llanos y de los hermosos valles que en ellos habia, y cu?nto se estimaban los se?ores dellos, y determin? de les enviar mensajeros con dones y presentes para los principales, rog?ndoles que le tuviesen por amigo y compa?ero, por qu?l queria ser igual suyo en el traje cuando pasase por los valles, y no dales guerra si ellos quisiesen paz, y que daria ? ellos de sus mujeres y ropas, y ?l tomarla de las suyas, y otras cosas destas. Y por toda la costa habia volado ya la nueva de lo mucho que habia se?oreado Tupac Inca Yupanqui, y c?mo no era cruel ni sanguinario ni hacia da?o sino ? los cavilosos y que querian oponerse contra ?l; ? loaban la costumbre y religion de los del Cuzco, tenian los orejones por hombres sanctos, creyendo que los Incas eran hijos del sol, ? que en ellos habia alguna deidad. Y considerando estas cosas y otras, determinaron muchos, sin haber visto sus banderas, de tomar con ?l amistad, y asi se lo enviaron ? decir con sus propios embajadores, con los cuales enviaron muchos presentes al mesmo rey, y le rogaban quisiese venir por sus valles ? ser dellos servido y ? holgarse de ver sus frescuras; y alabando el Inca tal voluntad, hablando de nuevo al gobernador de Quito lo que habia de hacer, sali? de aquella ciudad para se?orear los Yuncas.
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